La participación de líderes de Asia-Pacífico en la cumbre de la OTAN esta semana indica que Ucrania no es el único tema importante de seguridad en la agenda de la alianza entre Europa y América del Norte.
La guerra en Ucrania ha acercado más a los miembros de la alianza liderada por Estados Unidos que en cualquier momento desde la Guerra Fría. El lunes, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, resumió las preocupaciones compartidas de que lo que está ocurriendo en Ucrania hoy podría repetirse en Asia mañana.
Stoltenberg escribió en el sitio web de Asuntos Exteriores que el comportamiento cada vez más coercitivo del gobierno chino en el extranjero y sus políticas represivas internas desafían la seguridad, los valores y los intereses de la OTAN. Añadió que Beijing está amenazando a sus vecinos e intimidando a otros países, y que esta amenaza se extiende a los países de origen de los 31 países de la alianza. El Partido Comunista Chino intenta tomar el control de las cadenas de suministro y la infraestructura crítica en los Estados miembros de la OTAN. Stoltenberg también mencionó que las naciones autocráticas, incluida China, estaban observando las acciones de Rusia en Ucrania y evaluando los costos y beneficios de la acción ofensiva.
Aunque no se menciona directamente a Taiwán, la democracia autónoma es el punto de comparación más obvio debido al compromiso del Partido Comunista gobernante de China de lograr la unificación con el continente, incluso por la fuerza si es necesario. Stoltenberg mencionó que durante su visita a Japón y Corea del Sur a principios de año, los líderes de estos países expresaron claramente su preocupación de que lo que está sucediendo en Europa hoy podría ocurrir en Asia mañana.
Por su parte, China afirma que Taiwán es un asunto interno y no acepta ninguna interferencia de los países de la región, y mucho menos de los miembros de la OTAN.
En mayo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, afirmó en una conferencia de prensa regular: «No permitiremos que nadie ni ninguna fuerza interfiera en los asuntos de China bajo el pretexto de buscar la paz».