n el año 2023, China se encamina a gastar 13.500 millones de euros exclusivamente en proyectos de Inteligencia Artificial, experimentando un aumento del 50% en solo dos años, lo que la consolida como la segunda economía más grande del mundo en este ámbito.
Desde 2018, Kai-Fu Lee, destacado científico informático y capitalista de riesgo taiwanés, pronosticó que China superaría rápidamente a EE. UU. en el desarrollo de IA, debido en parte a la ventaja que obtiene de su extenso sistema de vigilancia estatal. Este sistema de espionaje ha permitido a China acumular una gran cantidad de datos, que se utilizan para mejorar el aprendizaje de las plataformas de IA.
A pesar de la ventaja en datos y la amplia red de cámaras de vigilancia en China, algunos críticos afirman que la revolución de la IA aún está en sus primeras etapas. Pedro Domingos, profesor de Ciencias de la Computación e Ingeniería, argumenta que las grandes innovaciones en IA todavía no han ocurrido y sugiere que la diversidad de datos, como los de Europa, puede resultar más beneficioso para el avance de la tecnología.
Sin embargo, las ambiciones de Pekín han sido frenadas por la creciente tensión entre EE. UU. y China. En 2022, EE. UU. restringió la exportación de los chips de memoria más avanzados, necesarios para el desarrollo de modelos avanzados de lenguaje de IA en empresas chinas. Esto ha llevado a pronosticar un auge en la inversión del mercado nacional chino de semiconductores mientras intentan mejorar sus propios chips.
Además, Washington podría intentar cerrar la brecha en el sector de aprendizaje automático, ya que hasta ahora, las plataformas de IA de EE. UU. han estado disponibles gratuitamente en código abierto, lo que permitía su copia y modificación.
Aunque China enfrenta desafíos para dominar plenamente el sector de la IA, la represión del presidente Xi Jinping sobre el sector tecnológico y la censura podrían ser obstáculos significativos. También se destaca la falta de trabajadores cualificados en China, ya que muchos de ellos buscan oportunidades en el extranjero debido a la demanda global de sus habilidades.
A pesar de los obstáculos, China avanza rápidamente en el desarrollo de la IA, lo que ha generado preocupación en el mundo democrático. Expertos advierten que es esencial para Estados Unidos liderar en este campo para evitar problemas políticos, económicos y militares si China se convierte en líder en IA.