El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza sus perspectivas económicas para América Latina y el Caribe, pronosticando un crecimiento del 1,9% para este año, lo que supone un aumento de 0,3 puntos porcentuales en comparación con las previsiones de abril. Esta mejora se debe principalmente al impulso económico de Brasil y México, las dos principales economías de la región.
En el caso de Brasil, se espera que su economía se expanda en un 2,1%, superando en 1,2 puntos porcentuales la previsión anterior, gracias al aumento en la producción agrícola en el primer trimestre de 2023, que ha tenido un efecto positivo en el sector de servicios.
Por su parte, México prevé un crecimiento económico del 2,6%, lo que representa un aumento de 0,8 puntos porcentuales en comparación con las proyecciones anteriores. La recuperación en el sector de los servicios y la demanda resiliente de su principal socio comercial, Estados Unidos, han influido en este resultado.
A pesar de esta mejora, el crecimiento en la región para 2023 sigue siendo inferior al 3,9% registrado en 2022, debido a la reciente moderación de la expansión pospandemia y al descenso de los precios de las materias primas.
El FMI también ha proyectado un crecimiento del 2,2% para la economía de la región en 2024, sin cambios significativos respecto a las previsiones anteriores.
A nivel mundial, el FMI ha revisado al alza sus estimaciones y prevé un crecimiento global del 3% tanto para este año como para el próximo. Aunque esta cifra es mejor de lo anticipado, el panorama económico sigue siendo débil desde una perspectiva histórica, y la institución advierte sobre la necesidad de seguir combatiendo la inflación a nivel global.
Se espera que la inflación mundial disminuya de 8,7% en 2022 a 6,8% en 2023 y 5,2% en 2024, aunque la inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, se reducirá de manera más gradual.
En resumen, el FMI muestra un panorama optimista para América Latina y el Caribe en 2023, impulsado por el crecimiento en Brasil y México, pero también destaca la importancia de abordar los desafíos económicos globales en curso.