En la ciudad de Belém, capital del estado de Pará en Brasil, representantes de ocho naciones sudamericanas se reunieron en la IV Cumbre Amazónica para abordar desafíos cruciales que afectan a la región. Los líderes de Brasil, Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guyana, Perú y Surinam han emitido una Declaración Final en la que se comprometen a impulsar una agenda común centrada en la protección del medio ambiente y la lucha contra la pobreza.
En este histórico encuentro, los mandatarios de estos países amazónicos acordaron 113 puntos de acción, destacando especialmente un urgente llamado a la comunidad internacional para proteger la Amazonía. Se busca unir esfuerzos en la conservación y protección de este importante bioma, así como fomentar el desarrollo sostenible y el bienestar de sus poblaciones.
Uno de los aspectos clave de esta declaración es el establecimiento de la Alianza Amazónica de Combate a la Deforestación. Los líderes se comprometen a acordar metas comunes para combatir la deforestación para el año 2030, con el objetivo final de alcanzar la deforestación cero en la región. Además, se busca erradicar la extracción ilegal de recursos naturales y promover modelos sostenibles de desarrollo.
La agenda común también destaca la importancia de proteger los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales en situación de vulnerabilidad, adaptándose a las nuevas realidades de la región. Esta cooperación debe implementarse bajo el principio del desarrollo sostenible, la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, los bosques y el agua.
En un llamado a los países desarrollados, los líderes de la cumbre instan a cumplir los compromisos de financiamiento climático para ayudar a los países en desarrollo a enfrentar los efectos del cambio climático. La meta es movilizar 100.000 millones de dólares anuales en financiamiento climático y promover mecanismos innovadores, como canjes de deuda por clima.
Las visiones de los líderes de la cumbre son variadas pero convergentes. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aspira a una Amazonía con ciudades más verdes, aire más puro y ríos sin contaminación, además de una región con desarrollo inclusivo y respeto por las comunidades indígenas. El presidente boliviano, Luis Arce, denunció intentos de explotación por parte de potencias extranjeras y abogó por un enfoque de conservación.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, destacó la incoherencia de extraer petróleo en la selva amazónica y abogó por un enfoque diferente hacia la exploración petrolera en América Latina.
La IV Cumbre Amazónica concluye con una clara voluntad de acción y colaboración entre estas naciones en la búsqueda de un futuro sostenible y equitativo para la región amazónica y sus habitantes.