La Embajada de China en Japón ha rechazado de manera contundente el plan de la OTAN para expandirse a la región del Asia-Pacífico, alegando que esta iniciativa viola las reglas establecidas por la ONU.
El gigante asiático ha instado a Tokio a abstenerse de tomar acciones que puedan socavar la confianza entre los países de la zona en sus interacciones con la Alianza Atlántica.
Desde hace meses, el Gobierno japonés había confirmado la intención de la OTAN de abrir en Japón su primera oficina de enlace en Asia. Sin embargo, China ha expresado su preocupación de que esta movida militar pueda afectar la paz y la estabilidad en la región.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Wang Wenbin, argumentó que la OTAN ha afirmado repetidamente ser una alianza regional que no busca una expansión geopolítica. En este sentido, Wang señaló que Asia se encuentra más allá de los límites geográficos del Atlántico Norte y no necesita una réplica de un bloque militar de esta magnitud.
Mientras las tensiones aumentan en la región, el director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista chino, Wang Yi, ha propuesto una solución basada en el diálogo. Wang Yi sugirió que Japón y Corea del Sur lleven a cabo conversaciones a nivel de vicecancilleres con el objetivo de alcanzar una cumbre trilateral.
El funcionario chino resaltó la importancia de «crear una atmósfera para una reanudación temprana de reuniones entre líderes» en busca de buscar soluciones conjuntas para los desafíos regionales.
El panorama en la región del Asia-Pacífico sigue siendo complejo, pero el llamado a la diplomacia y al diálogo por parte de China puede abrir una vía para abordar las diferencias y promover la estabilidad en la zona. La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de estos acontecimientos y sus posibles implicaciones para la paz regional.
