La Unión Europea continúa con las restricciones a las exportaciones de grano de Ucrania.

La crisis entre Rusia y Ucrania ha desencadenado un conflicto en las rutas de exportación de grano, afectando gravemente a la economía agrícola ucraniana. Con Rusia bloqueando las exportaciones a través del Mar Negro y atacando puertos del Danubio cercanos a Rumania, Kiev se ve obligado a buscar alternativas terrestres para mantener sus envíos hacia la Unión Europea (UE). Sin embargo, los vecinos de la UE, liderados por Polonia, han rechazado la importación de grano ucraniano a sus mercados.

Actualmente, solo se permite la exportación a través de Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria hacia los 22 Estados miembros de la UE y al resto del mundo. El volumen de exportación a través de estas rutas debe aumentar significativamente, alcanzando entre 4 y 4,5 millones de toneladas mensuales para compensar la pérdida de las exportaciones anteriores por el Mar Negro, que ascendían a 7 millones de toneladas al mes.

En abril, Polonia y otros países del este de Europa negociaron con la Comisión Europea para prohibir la importación de cuatro variedades de grano ucraniano, y aunque inicialmente se acordó que expiraría en junio, Polonia presionó para extender esta prohibición hasta el 15 de septiembre, y ahora están solicitando una nueva prórroga hasta finales de año. Esta situación ha generado críticas, especialmente desde Alemania, donde el ministro federal de Alimentación y Agricultura, Cem Özdemir, cuestionó la falta de solidaridad con Ucrania y consideró que esta medida debilita la cooperación entre la UE y el país afectado.

En medio de esta tensa situación, el ministro de Agricultura de Lituania, Kestutis Navickas, propuso una solución potencial, que consiste en llevar las exportaciones de grano de Ucrania en contenedores precintados por ferrocarril a través de Polonia hacia los países bálticos, con los trámites aduaneros e inspecciones de calidad realizados en el puerto lituano de Klaipeda. No obstante, convencer a Polonia de esta propuesta sigue siendo un desafío.

La Comisión Europea ha mostrado disposición para invertir en lo que llaman «vías solidarias» con Ucrania, destinando hasta mil millones de euros para mejorar carreteras, vías férreas e instalaciones aduaneras y compensar a los transportistas por las pérdidas en los Estados miembros de la UE fronterizos con Ucrania.

Por el momento, ninguna decisión concreta ha sido tomada por los ministros de Agricultura de la UE, y se espera que en los próximos días se inicien negociaciones entre los países involucrados y la Comisión Europea sobre las exportaciones agrícolas. No obstante, con las elecciones parlamentarias previstas en Polonia en otoño, el futuro de las exportaciones de grano ucraniano sigue siendo incierto.

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