Las autoridades rusas tomaron la decisión de suspender provisionalmente el tráfico de vehículos y trenes en el puente sobre el estrecho de Kerch, enlazando la península de Crimea ilegalmente anexada con la Rusia continental, el pasado sábado (22 de julio de 2023). La medida fue adoptada debido al temor a un posible ataque ucraniano, similar al ocurrido el lunes 17 de julio, cuando dos drones marinos ucranianos atacaron la infraestructura.
El canal oficial de Telegram que informa sobre la situación en el puente anunció la suspensión temporal de la circulación de automóviles, instando a los conductores y pasajeros en el puente o en la zona de control a mantener la calma y seguir las indicaciones de las fuerzas del orden.
Poco después de la medida de suspensión, se reportaron explosiones en otras áreas de Crimea ocupada, aparentemente causadas por drones. El gobernador designado por el régimen ruso, Serguei Aksionov, declaró que el ataque estaba dirigido a una zona específica en el distrito de Krasnohvardiiske y afectó un depósito de municiones, lo que obligó a evacuar a los civiles en un radio de 5 kilómetros. Los equipos de emergencia se desplegaron para hacer frente a las posibles consecuencias del ataque.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había advertido el viernes previo que el puente de Crimea era una infraestructura «hostil» construida al margen del derecho, y argumentó que debía ser neutralizada. Estas declaraciones fueron criticadas por el jefe de Asuntos Internacionales de la Duma rusa, Leonid Slutski, quien acusó a Zelenski de asumir la responsabilidad por el «terrorismo internacional».
Cabe recordar que el puente de Crimea, de 19 kilómetros de longitud y compuesto por una estructura dual para automóviles y trenes, fue inaugurado en mayo de 2018. Este ha sido el segundo ataque contra dicha infraestructura, luego del ocurrido el lunes anterior, cuando dos drones marinos ucranianos llevaron a cabo un ataque que también resultó en la suspensión temporal del tráfico rodado.
A pesar de superar la emergencia inicial y reabrir el tránsito para automóviles, el trazado ferroviario aún permanece cerrado. Las tensiones entre Rusia y Ucrania siguen siendo motivo de preocupación, y la suspensión temporal del tráfico en el puente de Crimea evidencia la gravedad de la situación y la necesidad de abordar las diferencias entre ambas naciones de manera pacífica y diplomática.